Somos herederos de una historia que se niega al olvido.

Desde Chile, alzamos la voz de una memoria que cruza océanos, generaciones y fronteras. Somos hijos e hijas de la diáspora, guardianes de una herencia que late en cada bordado, en cada palabra, en cada recuerdo.

En el Museo Árabe Palestino trabajamos con el corazón puesto en la historia viva: aquella que se cuenta no solo con fechas, sino con rostros, aromas, músicas y silencios.

Nos mueve el deber de preservar y compartir la riqueza cultural de Palestina y del mundo árabe, no como un acto nostálgico, sino como una afirmación vital de identidad, de dignidad y de pertenencia.

Construimos puentes.
Abrimos puertas.
Tejemos raíces.
Porque nosotros no solo recordamos: vivimos, enseñamos y celebramos lo que somos.

Como personas abiertas, comprometidas con el diálogo y el entendimiento. Buscamos generar un aporte real a la sociedad, partiendo por Chile —nuestra casa—, pero con la mirada puesta en el mundo. Estando convencidos de que la cultura, cuando se comparte con generosidad, tiene el poder de transformar corazones y ampliar horizontes.

El equipo del museo,  está conformado por personas con una sólida trayectoria humana y profesional, unidas por la convicción de que el conocimiento, la memoria y la identidad pueden y deben ser un bien común al servicio de todos.